Hablar de Bienestar implica abordar un tema complejo, con muchas aristas y derivaciones en investigaciones. Si bien a nivel popular se habla de Bienestar Subjetivo, Psicológico o Felicidad como sinónimos, a nivel teórico en psicología hay algunas diferencias según dos grandes perspectivas: la hedónica y la eudaimónica, como grandes posturas de aproximación al concepto.
Básicamente, el hedonismo considera al Bienestar en términos de placer, mientras la eudaimonía sostiene que Bienestar es más que una vida placentera.
Veamos un poco en detalle:
En 1967 se consideró que “una persona feliz es bien remunerada, joven, educada, religiosa y casada” (Wilson, 1967).
¿Podés creerlo? Pero no te preocupes, que en 1999 otros investigadores llegaron un poco más allá:
“Una persona feliz tiene un temperamento positivo, tiende a ver el lado positivo de las cosas, no tiene pensamientos rumiativos excesivos ante eventos malos, vive en una sociedad económicamente desarrollada, tiene apoyo social y cuenta con recursos adecuados para progresar hacia el logro de sus objetivos”.
(Diener, Suh, Lucas y Smith, 1999)
Actualmente, desde la postura hedónica se habla de Bienestar Subjetivo (BS), que implícitamente conlleva la sensación de Felicidad. Tiene que ver con la percepción que la persona tiene sobre su vida, en términos de emociones y satisfacción:
La FELICIDAD se compone del conjunto de satisfacción con la vida, emociones positivas y ausencia de emociones negativas”.
(Diener, citado en Ryan 2001)
Por otra parte, desde la perspectiva eudaimónica, aristotélica (Ryff, 1989; Ryan & Deci, 2000; Seligman, 2011), se asocia al bienestar con la autorrealización y tiene sus máximos exponentes en la psicología humanista de Maslow, Rogers, Frankl, etc.
Para ellos, hablar de bienestar no implica solamente al Bienestar Subjetivo (BS), cuántas emociones positivas pueda sentir una persona, o cuán satisfecho puede estar con su vida en términos de objetivos, riqueza, fama, poder o imagen, sino que implica la sensación de plenitud al desarrollar su potencial. Tiene que ver con las Virtudes y Fortalezas, con el sentido y el significado de sus objetivos, no solamente con alcanzarlos.
Segun Carol Ryff (2014) implica dos máximas griegas:
“Primero, conocerse a uno mismo, y segundo, convertirse en quien uno es”
Ryff (1989) propuso un Modelo de Bienestar Psicológico (BP) desde una perspectiva eudaimónica, que entiende el Bienestar como funcionamiento óptimo de la persona, más que Felicidad o Bienestar Subjetivo.
Dicho Modelo considera 6 dimensiones a desarrollar, que tienen en cuenta la autorrealización, el esfuerzo y búsqueda de significado a lo largo de la vida, con una visión del ser humano que tiende al desarrollo de su potencial, y no solamente a estar satisfecho con su vida como consideraba la postura hedónica prevaleciente en un primer momento (Ryff, 2014).
Te dejo un cuadro que te muestra las 6 dimensiones del Bienestar Psicológico según Ryff, y cómo se manifestaría en una persona un desarrollo óptimo o deficiente de cada una (Vázquez y Hervás, 2008):

Fuente: Vázquez y Hervás, 2008

Al hacer una revisión de ambas perspectivas y las múltiples investigaciones al respecto, Ryan & Deci (2001) sostienen que ambas tienen puntos en común y algunas divergencias, y que ambas deben ser consideradas al hablar de Bienestar, como parte integral del mismo.
Te invito a Florecer
También si tenemos en cuenta el modelo PERMA de Bienestar de Martin Seligman (el padre de la Psicología Positiva) encontramos dimensiones similares: Emociones positivas (Positive emotions), Compromiso (Engagement), Relaciones (Relationships), Significado (Meaning) y Logro (Achievement). También son independientes entre sí, valiosas por sí mismas, y cada uno las desarrolla según sus intereses. El hecho es que en conjunto, estas dimensiones hacen a una vida plena en la que cada persona desarrolla su potencial, y a eso le llama Bienestar o Florecimiento (evita hablar de Felicidad porque es un término más popular con significados muy personales para cada uno).
Seligman se ocupó de dar a la Psicología un lugar para pensar en lo que hace que “la vida merezca ser vivida”, y no sólo en el sufrimiento, la enfermedad, y cómo curar lo que está “mal”.
No es simplista, es una lógica diferente para pensar en una vida bien vivida.
Aquí tiene lugar el optimismo (realista), la esperanza, las relaciones, las emociones positivas, el compromiso, el significado, la espiritualidad, las fortalezas personales, la sensación de autoeficacia, la aceptación, la amabilidad, el perdón… y nada de esto niega la existencia de la otra mirada de la psicología.
En este video, Martin Seligman explica el origen y sentido de la Psicología positiva (podés ponerle subtítulos en español).
Yo, personalmente, ELIJO estar de este lado, y es lo que te puedo ofrecer: escucharte, confiar en vos y en tu potencial, y guiarte para ver todo lo bueno que tenés y podés tener en tu vida, siempre que estés dispuesta a comprometerte contigo.
Te invito a cambiar la mirada: de lo que falta, a lo que tenés y sos; del vaso medio vacío al medio lleno; de las carencias o debilidades, al potencial y las fortalezas; de la enfermedad al disfrute; de las etiquetas que simplifican (y son útiles a veces) al detalle que permite actuar.
Sí, se puede cambiar de las etiquetas que dicen “cómo sos” y mantienen tu identidad, a la capacidad de desarrollar esas habilidades que te permitan ser como querés ser (sin obviar la genética, las condiciones de vida, o los diagnósticos, está comprobado que hay mucho que depende de cada persona y lo que esté dispuesta a hacer por sí misma para superarse).
Desde este lugar de la Psicología, esta concepción del Bienestar, y estos objetivos, encontrarás aquí diferentes productos o servicios #aloeureka
Por ahora, te invito a Descubrirte y a trabajar en herramientas para desarrollar tu Bienestar y sentirte más feliz.
¿Sabés que podés medir tu Bienestar y Felicidad?
Existen múltiples técnicas, como cuestionarios, autoinformes, que permiten evaluar cómo se encuentra una persona en determinado aspecto, respecto a diferentes parámetros. A veces, se compara con la población de similares características, otras consigo misma, y eso brinda un punto de partida para seguir pensando y trabajando en el desarrollo personal.
Los profesionales podemos seleccionar una serie de técnicas que consideremos adecuadas para nuestro objetivo, y con eso lograr una mirada integral de la persona que estamos evaluando, con parámetros objetivos y no sólo por “sensación”.
Fue así, que como parte del Programa Eureka (del cual te contaré más adelante) armé mi kit de Diagnóstico del Bienestar Psicológico, para evaluar el antes y el después de la intervención del Programa.
Sin embargo, me di cuenta de que ese kit en sí mismo es una herramienta muy valiosa, más allá de las intervenciones que están pensadas para después. Primero, porque NO es un diagnóstico que te brinde una etiqueta para definir “qué tenés” (que es lo que se entiende generalmente por “diagnóstico”), sino que permite ver aspectos más y menos desarrollados, cómo se percibe y cómo se siente la persona evaluada desde las dos perspectivas del Bienestar: hedónica y eudaimónica.
Y cuánto valor tiene esto si además no nos quedamos con un puntaje o resultado, sino que nos detenemos en los detalles, en qué es lo que se aprecia como una necesidad de mejora, y como fortalezas.
Por eso te ofrezco el Diagnóstico de Bienestar Psicológico DBP.
Un proceso BREVE, SIMPLE Y ONLINE para medir tu nivel de Bienestar tanto desde la perspectiva hedónica como eudaimónica.
Porque ha proliferado la investigación que relaciona el Bienestar Psicológico con el desarrollo a lo largo del ciclo de vida, la personalidad, el trabajo y la comunidad, la salud y factores de riesgo, y con experiencias familiares, demostrando su papel protector en la salud.
¿Querés saber si es para vos?
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