Tal vez no la hayas conocido, o no recuerdes cómo era la Mujer Maravilla: una súper heroína que “nació” en una historieta el 21 de octubre de 1941. Esta guerrera tiene hoy 83 años, y tal vez esté más reflejada que nunca en las mujeres actuales.
Mujer Maravilla hay UNA (y es un dibujito)
En principio, recordemos sus SÚPERPODERES:
– SÚPER FUERZA: puede con todo, por más pesado que sea, cuando alguien está en dificultades.
– SÚPER VELOCIDAD: llega más rápido que cualquier humano al lugar en el que la necesiten.
– REFLEJOS y AGILIDAD: puede reaccionar rápidamente ante una amenaza, y actuar ágilmente, esquivando las dificultades.
– SENTIDOS SÚPER DESARROLLADOS: le permiten percibir antes y mejor lo que los humanos normales no pueden.
– RESISTENCIA: soporta daños, dolor y sufrimiento, sin lesionarse visiblemente.
– LONGEVIDAD: no envejece!
– LAZO MÁGICO: con él puede lograr que alguien le diga la verdad
– BRAZALETES INDESTRUCTIBLES: le permiten desviar los ataques y resistir
– LUCHA CUERPO A CUERPO: es una guerrera entrenada para luchar con quien sea y de diversas formas.
Además, se destaca su inteligencia, sabiduría, empatía, carisma, liderazgo, conocimientos y capacidad de adaptación a la situación… ah! y su belleza.
De VOLAR no hablemos (ya sería demasiado), pero decime: ¿no te resultó familiar leer los súper poderes de la Mujer Maravilla?
Creo que hay dos maneras en las que te podrías sentir identificada, o como si fuera un déja-vu.
– porque vivís poniendo súper poderes en práctica (como si los tuvieras, pero NO)
– porque sentis que las demandas de tu vida NECESITARÍAN tener esos súper poderes para cumplir con todo.
La Mujer Maravilla (la de los dibujitos) es un símbolo de belleza, poder, inteligencia, versatilidad, carisma. Una mujer que puede con TODO, al mismo tiempo y adaptándose a cada circunstancia sin perder la gracia ni el peinado, con un cuerpo perfecto, y sin envejecer.

Muy parecido a la imagen y expectativas que hay respecto a las mujeres hoy en día, ¿no?
El problema no es la Mujer Maravilla, sino que surge cuando las mujeres reales se CREEN que tienen que cumplir con todas esas expectativas, y las viven en carne propia, muchas veces, hasta que se enferman de alguna manera y caen en la cuenta de que se olvidaron de que SON HUMANAS y no tienen súper poderes.
En fin, se ha llegado a establecer el Síndrome de la Mujer Maravilla para etiquetar a estas mujeres que se exigen para cumplir con todo a la perfección, en todos los frentes, hasta sufrir las consecuencias de sostener lo insostenible… o hasta que se den cuenta a tiempo de que pueden cambiar.
¿Qué es el Síndrome de la Mujer Maravilla?
Si bien no es un diagnóstico que encuentres en el DSM-V, sí hay un consenso sobre la existencia de un conjunto de “síntomas” que presentan muchas mujeres que CREEN que deben responder a cada una de esas expectativas, para ser valoradas y aceptadas. Detrás de este síndrome están las presiones y expectativas sociales, familiares, de género, de las cuales es difícil “escapar” sin ser juzgada o criticada (inclusive, por otras mujeres).
Estas serían las características de “las mujeres maravilla” de carne y hueso:
– Sobre exigentes: siempre quieren estar y dar TODO y más.
– Perfeccionistas: creen que nadie harás las cosas como ellas, e incluso lo que ellas hacen no las conforma (luego se sienten culpables o decepcionadas por no ser valoradas acorde a su “dedicación”).
– No delegan: si nadie puede hacerlo perfecto como ellas, ¿cómo podrían delegar responsabilidades?
– No piden ayuda: además de que nadie lo hará como ellas, creen que pedir ayuda sería un signo de debilidad, o un fracaso en su afán de perfeccionismo.
– No descansan: no se lo pueden permitir! tienen que hacer TODO.
– No reconocen sus límites: se exigen hasta sentirse mental y físicamente agotadas (o enfermas).
– Se hacen las “fuertes”: no pueden permitirse mostrarse vulnerables, porque “tienen que poder con todo”, ellas, sin ayuda.
– Priorizan a los demás: creen que las necesidades de los demás son más importantes que las suyas, se postergan, no se reconocen a sí mismas, y al final:
– Se sienten solas, decepcionadas, vacías y agotadas: y sí… si hacen TODO para que sea perfecto, no piden ayuda, no permiten ser ayudadas, no tienen tiempo para sus relaciones, y no se dan lo que merecen… es comprensible, ¿no?
Sin ánimo de hacer spoiler, te cuento cómo suele terminar la historia de estas mujeres que CREEN que DEBEN ser “LA MUJER MARAVILLA” (sin sus súper poderes, porque era una historieta, y ellas son mujeres reales):
- Problemas de salud (física y mental)
- Estrés y agotamiento
- Ansiedad y depresión
- Problemas en sus relaciones (familiares, laborales, de amistad)
- Bajo bienestar personal: sensación de vacío, de falta de sentido muchas veces, porque al vivir para los demás y las exigencias ajenas, se olvidaron de pensar en ellas y su propósito.
¿Se puede cambiar?
La respuesta rápida y fácil es SI, Por Supuesto!.
La verdadera es que se puede cambiar sí, por supuesto, siempre que la mujer SE DE CUENTA y DECIDA cambiar.
Superar este síndrome implica reconocer qué hay detrás de esa autoexigencia, qué creencias sostienen esos comportamientos, qué pasa en el sistema en el que se encuentra inmersa (familiar, laboral, social), y a partir de ahi decidir cambiar.
Hablamos de cambiar creencias, hábitos, costumbres, y a veces implica dejar de lado la comodidad a la que se está acostumbrada. Es un cambio de MENTALIDAD, que se verá reflejado afuera.
La Mujer Maravilla que quiere dejar de serlo, necesita:
- aprender a valorarse sin súper poderes,
- cambiar creencias y su diálogo interno,
- asumir que puede lograr todo lo que quiera, siempre que se deje ayudar,
- abandonar el perfeccionismo,
- permitirse equivocarse, delegar y disfrutar,
- apreciar las pequeñas cosas de todos los días,
- darse cuenta de que no sólo se trata de HACER y de grandes logros,
- ser buena con ella misma.
La clave está en aceptar que hay otras maneras de hacer las cosas, que puede compartir responsabilidades, que no es imprescindible, y sobre todo, que ELLA ES SU PRIORIDAD y necesita tanta atención y cuidado como los demás (y esto no significa verse perfecta, sino SER quien ella es, cuidando TANTO su interior como la apariencia).
Por eso es que en Eureka encontrás desde Descubrite para ser quien sos, hasta el KIT de Bienestar y la Masterclass de Autocuidado, como complementos al Diagnóstico de Bienestar Psicológico. Porque la experiencia me ha mostrado una y mil veces, que el Bienestar y una vida bien vivida, dependen de lo que creemos, lo que nos permitimos y lo que hacemos cotidianamente.
No hay fórmulas mágicas, pero sí he visto magia desde el compromiso de cada una.
En fin…
Las mujeres venimos peleando mucho por nuestros derechos, queriendo “igualar” a los hombres. Pero creo que no tuvimos en cuenta que vamos SUMANDO también responsabilidades, porque no vamos dejando de lado viejas creencias y expectativas, que aún nos pesan.
Y hay algo más triste y/o preocupante: cuánto se aplaude a esas mujeres que “pueden todo” como si fuera un logro o fueran un modelo de éxito, sin pensar el costo que tal vez están pagando por ello. Es más ¿realmente podrán con todo? ¿realmente se sentirán tan exitosas como se muestran? y la pregunta básica ¿qué es para cada una “ser exitosa”?
Hay un cambio, sí, se nota, pero es más lento y recién lo vivirán sin culpa y como “normal” los niños que se crían HOY en parejas modernas (esas que comparten responsabilidades de crianza y de hogar, de verdad, y son modelos para sus hijos). Te aseguro que hasta “las mujeres jóvenes exitosas” de hoy, en algún punto tienen que lidiar con muchas creencias sobre lo que implica ser mujer, y sentir la presión de tener que ser la Mujer Maravilla.
¿Qué vas a hacer HOY por tu Bienestar?
Podés empezar entrando al Universo Eureka 😉 y siendo amable con todas las mujeres autoexigentes y perfeccionistas que conozcas, compartiendo esto.
Lorena