Alternativas para superar los Domingos

Me encanta Diego Torres, me encanta esta canción, y la quiero compartir contigo. (Por las dudas, te explico: hacé clic en las letras verdes)

Domingo… un día tan ansiado por algunos como resistido por otros.
El domingo adquiere un significado especial, ya sea por motivos religiosos, por tradiciones familiares, por ser el único día completamente libre de obligaciones para muchos… y cada uno de estos motivos puede transformarse en causa de alegría o de tristeza; de espera ilusionada para que llegue, o para que se vaya de una vez.
Sí! el domingo es un día que no pasa desapercibido.
Algunos lo disfrutan como un día ideal de descanso, de libertad, sin horarios para levantarse ni para comer. ¿Cuántas veces te ha encontrado un domingo almorzando a las 3 de la tarde? Y esto es parte de lo que se disfruta: hacer lo que tenés ganas y cuando tenés ganas. Como dice Diego Torres: «hoy es domingo, no hay compromisos con el reloj»…

Otros, en cambio, se sienten prisioneros de esta libertad. No saben qué hacer con su tiempo, no saben estar sin horarios, sin obligaciones, y no encuentran el sentido a un día en el que «no hay nada que hacer». Puede ser hasta gracioso pensar en esto ¿preocuparse por no tener que hacer?… cuando a uno se le pueden ocurrir mil y una maneras de disfrutar de ese tiempo.
Sin embargo, para algunas personas este tiempo «libre» significa encontrarse con uno mismo, o con quien tiene al lado, o por el contrario, NO encontrarse con quienes quisiera hacerlo. La soledad pasa a ser una protagonista muchas veces de estos días. Lo peor: el sentimiento de soledad, y la sensación de un día sin sentido.
En psicología, se habla de la «neurosis dominical» o «neurosis dominguera» como nos decía el Padre Lucas en Psicología Existencial. Me quedó grabado esto, y no puedo evitar pensar en cuántas personas pasan realmente mal el domingo (especialmente por la tarde), y cómo se descubrió este fenómeno, por llamarlo de algún modo, por la elevada tasa de suicidios en estos días. ¿La causa? Víctor Frankl la atribuyó a la falta de sentido, y a la necesidad del hombre de encontrar sentido a su vida, en toda su amplitud.

Si leyendo esto, te sentís más identificado con el segundo grupo que con el primero, con los que «padecen» el domingo en lugar de disfrutarlo, te sugiero que empieces a encontrar tu propio sentido. Probablemente lo atribuyas al exterior, a lo que te falta, a los que no están, a lo que ya dejaste, y esto te dejará sin recursos.

¿Cómo cambiar algo que no depende vos? ¿Cómo almorzar con alguien que está a Km de distancia, o ya no está, o elige almorzar solo o en otro lado? ¿Cómo estar acompañado si no generás la compañía? ¿Cómo ocupar tu tiempo de un modo disfrutable si te centrás en pensar en lo que no tenés? ¿Cómo sentirte bien si pensás en lo que te pone triste? ¿Cómo aceptar el presente si te enfocás en tus expectativas idealistas?

No vamos a responder a todas estas preguntas, pero vamos a aproximarnos a una solución: buscá aquello que te pueda hacer feliz, y que dependa 100% de vos.

– buscá un hobbie, algo que te entretenga y te ayude a enfocarte en algo que te interese
– llamá a un amigo o amiga, invitá amigos o familia a almorzar, o a merendar, prepará algo rico… ¿y si no viene nadie? hacete algo rico para vos… o andá a la confitería más cercana 😉
– organizá reuniones en tu casa con gente con quien pases bien (no es necesario cumplir años para eso)
– unite a un club o a algún grupo que comparta tus intereses, e inclusive el sentimiento de soledad que a veces tenés (no para deprimirse juntos, sino para disfrutar la compañía después de escucharse mutuamente)
– ordená tus cosas, dedicá tiempo a aquello que postergás en la semana
– aprendé a hacer algo nuevo, o poné en práctica lo que ya sabés (una receta, una manualidad, tocar un instrumento, manejar internet… Pinterest!!)
– dedicate a leer una historia que te atrape, o una revista de modas, o de figuritas
– mirá películas, o series, a tu antojo
– salí a pasear si el día está lindo, conocé un lugar diferente (o los mismos desde otra mirada)
– disfrutá el calor de tu hogar si el día está feo, y reconocé tu propio lugar (si algo no te gusta, ya tenés algo para empezar a hacer)

Pensá que una cosa es estar ahora leyendo esto porque te sentís mal, aburrido, decepcionado de la vida, y por eso entraste a Facebook o a un blog… y otra cosa es estar leyendo esto porque ELEGISTE dedicar tu tiempo a no hacer nada, entrar a Facebook o a un blog y ver tranquilamente, desde la comodidad de tu casa o donde estés, qué está pasando en la vida de los demás y en el mundo.

El SENTIDO que le das a lo que hacés es fundamental para determinar cómo te sentís. ELEGÍ lo que querés hacer, para no sentir que simplemente te lleva la corriente. Siempre podemos elegir, entre las posibilidades que tenemos.

Si pensás que a alguien le puede interesar o servir esto, para mejorar sus domingos, no dudes en compartirlo.

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Si te animás, contanos: ¿Cómo son para vos tus domingos?

Lorena